domingo, 2 de noviembre de 2014

La Ley Universal


Toda existencia está gobernada por leyes invariables. Estas operan universalmente y se aplican al hombre y a la naturaleza, tanto visible cono invisible.
El conocer que sustentando todo movimiento en el universo existe una ley de Armonía y justa compensación, nos permite vislumbrar que, si todo efecto es producido por una causa precisa, nada de cuanto nos sucede puede ser azaroso o injusto.
La profunda comprensión de esta ley da paso a una visión distinta de la vida, donde se deja de deslindar responsabilidades y sentirse atacado injustamente por el medio, y se comprende que toda experiencia es potencialmente una posibilidad de progreso en amor y sabiduría.
Descubrimos que realmente el desarrollo espiritual depende de nuestras propias decisiones y actitudes frente cada hecho de la vida, y que recibiremos exactamente lo que merecemos sin necesidad de reclamar nada, pero también sin la posibilidad que alguien pueda regalarnos algo que no hayamos ganado por nosotros mismos
Teosofía es una palabra que deriva del griego y que significa “Sabiduría Divina”. Esta palabra fue usada originalmente por los filósofos alejandrinos, los Neoplatónicos, en el siglo III de nuestra era. Uno de los objetivos de la “Escuela Teosófica Ecléctica” fundada por Ammonio Saccas (que es también uno de los objetivos de la Sociedad Teosófica), fue el de demostrar la unidad de todas las religiones y reconciliar bajo un sistema de ética común, basado en verdades universales, a todas las creencias y naciones.
También existían en la antigua Escuela Teosófica Ecléctica tres proposiciones básicas que son compartidas por la Sociedad Teosófica hoy:
- La existencia de una esencia absoluta desconocida, omnipresente, e impersonal, que interpenetra y es raíz de todas las cosas, tanto visibles como invisibles.- La naturaleza eterna e inmortal del espíritu del hombre el cual, siendo un rayo del Alma Universal es idéntico en esencia a ésta última.
- La posibilidad de que el hombre se haga Uno con lo Divino, trascendiendo sus limitaciones y participando de la Sabiduría Divina, que es Amor omniabarcante.
La Sra. Blavatsky le escribió en una oportunidad a un clérigo cristiano: “La Teosofía es la ciencia de todo lo que es divino en el hombre y en la naturaleza. Es el estudio y el análisis, dentro de lo conocido y lo desconocido, y por otra parte lo incognoscible (...) En su aplicación práctica ciertamente significa libertad (de pensamiento), autoconfianza, y autocontrol, coraje e independencia.
Sin embargo, es difícil decir qué es Teosofía puesto que comprende varios significados en distintos niveles. En principio se puede decir que es esa Sabiduría Divina de la cual se han expresado distintos aspectos por medio de varios Instructores Espirituales en las diversas religiones; y muchos sabios y filósofos de las distintas épocas, que se pusieron en contacto con esa Sabiduría por haber llevado el modo correcto de vida que conduce hacia ella.
En “The Theosophist”, la revista internacional de la Sociedad Teosófica, podemos leer que: “La Teosofía es el cuerpo de verdades que forma la base de todas las religiones, el cual no puede ser reclamado como posesión exclusiva de ninguna de ellas. Ofrece una filosofía que hace a la vida inteligible, y que demuestra la justicia y el amor que guían su evolución. Pone a la muerte en su lugar correcto, como un incidente recurrente en un vida sin final, que abre una vía de acceso a una más completa y radiante existencia. Restituye al mundo la Ciencia del Espíritu, enseñándole al hombre a conocer al Espíritu como su propia esencia, y a la mente y el cuerpo como sus servidores. Ilumina las escrituras y doctrinas de las religiones develando sus ocultos significados, y justificándolos ante el tribunal de la inteligencia, como también ante los ojos de la intuición.”
A lo largo del tiempo, personas que han ido teniendo vislumbres de la Sabiduría Divina han escrito libros, poniendo en palabras algunos aspectos de ésta, que pueden ser de gran valor. Pero no debemos perder de vista que los escritos son sólo una ayuda para aportarnos cierta comprensión y señalamientos de modo que cada uno de nosotros pueda poner a tono su vida para llegar a descubrir la verdadera Teosofía: aquella Sabiduría que brota desde dentro puesto se encuentra en la esencia de cada Ser Humano.
La Dra. Annie Besant, quien fue la Segunda Presidente Internacional de la Sociedad Teosófica, escribió en su artículo ¿Qué es la Teosofía?: “Habéis de dirigiros hacia adentro, y no hacia afuera. Sumergíos sin temor en las profundidades de vuestro propio ser; buscad entre los pliegues de vuestro corazón el misterio oculto que bien vale la pena escudriñar, y allí, y sólo allí, encontraréis a Dios. Pero cuando allí os encontréis, veréis que el universo entero canta Su nombre y Su gloria. Hallad a Dios en vuestro Yo y lo veréis por doquier. Ésta es la verdad fundamental; la Verdad de las verdades. Ésta es la Sabiduría Divina que llamamos Teosofía”.
Esta Sabiduría, va transformando la propia perspectiva de la vida y brindando habilidad para desarrollar una acción correcta en la vida cotidiana, que esté a tono con las Leyes que rigen el movimiento de todo el Universo. Por esta razón es fundamental que el ser humano aprenda el modo de vivir para dejar que la Teosofía ilumine nuestra mente y corazón.
En referencia a esto la actual Presidente Internacional de la Sociedad Teosófica, la Sra. Radha Burnier, dijo: “La palabra Teósofo tiene un sentido elevado. Se refiere a los que, por su modo de vida y contemplación se acercan cada vez más al Principio Divino (...) La Teosofía no es una simple ideología. Sólo cuando un miembro de la Sociedad Teosófica comprende la esencia de la literatura que lee o de la conferencia que escucha se convierte en una “benéfica fuerza de la naturaleza” (...) La Teosofía es, en realidad, aquella sabiduría viviente que surge de la observación y de la comprensión del proceso de la vida, no tan sólo a nivel físico, sino también a los niveles psicológico y aún más sutiles de la existencia. La sabiduría nace cuando la mente desecha sus preconceptos y limitaciones y alcanza a penetrar así en una nueva dimensión.”
Los miembros de la Sociedad Teosófica estudian estas verdades y los Teósofos se empeñan por vivirlas. 



La Sociedad no es
Declarar lo que la Sociedad Teosófica "no es" se hace necesario porque la Sociedad ha sido identificada con ciertos tipos de actividades y, aunque puede sentir simpatía hacia ellas, no es su propósito especializarse en esos campos.
No está destinada a ser una sociedad filosófica.
Tampoco algún estamento científico (porque no puede limitarse sólo al plano físico de investigación).
No es una entidad filantrópica en el sentido exacto, que practique la caridad externa.
La Sociedad no se identifica con ninguna religión en particular, por lo tanto, no es secta religiosa.
No es una sociedad con particulares rituales o ceremonias, no posee enseñanzas con prácticas o métodos para el desarrollo psíquico o espiritual.
No es una organización espiritista.
No es una sociedad de curaciones o de bienestar social.
No es una organización vegetariana.
No es una sociedad política en ningún sentido y no aboga por ningún sistema social o financiero en particular.
Su propósito fundamental es producir filántropos sabios y activos; la vida provee multitud de oportunidades para servir.
  


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